Un amigo mío, mayor que yo estaba colaito
colaito por una vecinita mía, muy próxima a mí, también mayor que yo y yo tenía
bastante confianza con esta vecina, pero a mí no había llegado aun el
flechazo del amor, ahora sí, las chicas me gustaban pero sin flechas, ni
corazoncitos, ni cartitas de ninguna clase es por lo que era consciente de
que por ese pequeño detalle tendría pocas posibilidades con ellas.
Este amigo mío me propuso un trato muy
curioso, me dijo:
-Cuchame….. ¿Por qué no jugamos a los príncipes
y a las princesas?
Este amigo mío era muy inteligente y con
un sentido muy makiavelico de las cosas y a veces peligroso es por lo que le conteste rápidamente.
-¿Tu no serás maricón?
-bosque tenemos pero... ¿y de donde sacamos
un príncipe? ¡peazo de maharon!
-¡Cuchameeee joeee, piensaaa! El príncipe ese soy yo y estaré allí.
-A ver, a ver. Tú eres el príncipe. Esperas en el
bosque, yo te traigo a la princesa, te la dejo pa ti, tu te quedas sólito con ella y luego yo me voy. ¡Tocate
los cohone!