Costó
mucho pero costo, costó bastante en su día porque en todos lados se cuecen
habas y aquí no iba a ser menos. Algunos espabilaos lo compraron y otros lo
malvendieron, se hicieron dueños, lo trocearon, lo dividieron lo más rápido posible
y hasta llegaron a verse contadores de la luz en esquerosos monolitos. Lastima de mal negocio
pensaron después.
Vamos
a dar trabajo vamos a combatir el paro, vamos a hacer que el pueblo nos corte
los pinos, nos construyan los chaleses, nos levanten la vallas, arranquen sus hormigoneras para callar a los pajaros y asi tendran trabajo
y cobraran y estarán contentos mientras que nosotros nos encargaremos de los
demás. Al fin al cabo ¿para qué sirve un pinar? ¿Que nos da un pinar?
Aquel
pulmón se puede contemplar ahora aunque cercado y acorralado y podemos decir
que sigue vivo para ser visitado desde lo más alto y descubrir desde los
depósitos el poder de la naturaleza en un inmenso y acotado mar formado por
verdes, frondosas y gigantescas copas de pinos.
Ese
árbol que para mí en particular es el que nos representa en todos los aspectos
y sentidos, el que nos conoce, el que nos formo y nos enseño a ser lo que
somos, ese inconfundible olor y aroma que entremezclado con la arena blanca, la
playa y el mar azul es el acompañante más cierto de lo que se puede describir como
un paraíso aquí en la tierra.
El
pinar de hierro fue en su día el pulmón de Chiclana, la factoría más grandiosa
que tuvo nunca Chiclana para fabricar oxigeno y ahí está solitario olvidado de
sí mismo, con esos horrorosos y feos carriles artificiales que a lo lejos
parecen cortes, arañazos y puñaladas traperas, ahí está impactado del actual ambiente
que le rodea, inservible y contemplado solo por aquellas personas que un día lo
descubrieron, lo reconocen y lo respeta.
Pinar
de hierro no eres rentable y no eres negocio, ya no se te pueden trocear y no
pueden aprovecharse de tus recursos para esos fines inmobiliarios de trocitos y
trocitos de cuadraditos de 500 m2, con transformadores y contadores de la luz
cercas, vallas y chaleses residenciales.
Pinar
de hierro ni por ser naturaleza plena ni por estar más cerca de Dios que yo
mismo no dejo de verte débil, vulnerable e indefenso ante mis ojos es por eso
que no van a impedirme nunca que rece por ustedes mis queridos pinos para que
no os hagan daño mientras yo viva, para que ningún verano os vea arder por una
causa imbécil y sin razón, para que oficialmente no se justifiquen los
políticos con una puta oruga dañina que venga de la gran puñeta para señalaros
con una cruz de pintura roja y así poderos cortar, para que permanezcáis eternamente con ese
resplandeciente verdor y sobre todo para que os pueda contemplar yo hasta los
últimos días de mi vida, la de mis hijos, la de mis nietos y la los nietos de los
suyos.
Bendita
sea aquel mandatario o aquella autoridad que no permita que este pulmón deje de
respirar nunca y deje su vida y su cargo por ello, para que a la vez perdure la
confianza y la esperanza de los demás para que algun dia la humanidad pueda contar aun con
personas que defiendan estas cosas, personas valientes, capaces y grandes como copas
de pinos.
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