Yo era antes muy
cortito de mollera y es por eso que me dijo un día uno hace ya mucho tiempo,
cuando yo era medio niño y medio chaval y el era ya perro viejo.
-Tengo que hablar contigo muy seriamente de hombre a
hombre.
Yo le conteste
muy chulito eso de: -cuando usted quiera.
Me gusto eso que me dijo de hombre a hombre porque el simple hecho que me
comparase con el ya lo tome como un alago.
Era un señor mas tiroteado
que los patitos de la feria, bastante profesional en su materia y cubierto con
una coraza bastante ruda de carácter y honestidad es por lo que yo le tenía
bastante respeto y admiración.
Llego el día que
coincidimos los dos en plena calle y me invito a que lo acompañase a tomar café
un lunes por la mañana en el centro y cuando nos sentamos en la barra del bar
me lo soltó en toda la cara así en modo clarito y directo que lo tome como un
jarro frio en plena mañana.
-Mira titi… ¡Fulanito!
-Sí, ¿Qué pasa con fulanito?
-Fulanito es un tío que yo te veo que tú lo aprecias
y que lo respeta mucho y tu eres muy joven, te lo tengo que decir aunque me
cueste tu amistad. Fulanito es un pedazo de sinvergüenza y tú no te mereces
tener como amigo a una persona como él y el no merece como amigo tener a una
persona como tú. Así que te aconsejo que te andes con ojo y no ponga nunca tus
intereses ni tu futuro en sus manos, nunca porque a la corta o a la larga lo
lamentaras.
Yo respondí:
-¿Fulanito, Fulanito? ¿Pero tú tienes ideas de lo
que me estás diciendo? ¿Cómo te atreves a hablarme mal de él y a sus espaldas?
-¡Cheeee! de a sus espaldas ni miguita, yo ya se lo
he dicho en su cara y unas pocas de veces, así que te invito a que tu le digas
que yo te lo he dicho. Dile que yo te he dicho que es un sinvergüenza y que yo
te he advertido de que su amistad no le conviene a una persona como tú.
Pensé y medite lo
que me dijo y nunca se lo dije, hice oídos sordos, lo pase por alto, no lo
analice ni siquiera y ni busque significado a las consecuencias que había
causado aquel consejo.
Al paso de los
años me acorde y recordé bien aquello porque viví la traición, la ignorancia,
el desprecio, la desconsideración, la falta de sensibilidad y el olvido por
parte de fulanito y por culpa de ese socio, y gran amigo e inseparable maldito
y asqueroso dinero. Circunstancialmente no tuve otra opción que poner en sus
manos mi futuro y mis intereses.
Al paso de los
años lamentablemente para mí este hombre del consejo murió y las casualidades
de la vida hicieron que Don fulanito y yo coincidiéramos en su funeral y el tal
Don fulanito me llego a decir:
-Que buen hombre era verdad y que gran persona.
-Sí que lo era, lástima de consejo mal aprovechado. Dije
yo.
-¿Qué quieres decir?
-Que un día me dijo que tuviese cuidado contigo y yo
no le hice caso, me dijo que tú eras un sinvergüenza y no me vas a creer pero
créeme que en aquel entonces hasta me escandalice.
Y el fulanito con
todo su poderío y con su inseparable socio, maldito y asqueroso en los
bolsillos me dijo:
-Ojala le hubieses hecho caso. Si le hubieses hecho
caso es muy posible que yo no estuviese ahora delante de ti humillado y tú
haciéndome pasar vergüenza de mi mismo.
Agachó la cabeza
y se alejo de mí lentamente para cambiar de contertulio, un contertulio socialmente
más favorable para su persona y para su estatus o como se diga eso, un
contertulio que no estuviese tan bien aconsejado como yo.
Eso me dijo, el
hijo puta de fulanito. Y pasé lo menos dos semanas y unas pocas de noches
intentando comprender el significado de esas palabras que utilizo como
justificación y como respuesta a su vergonzoso proceder conmigo.
Es por todo ello por lo que llegue a sacar una sola conclusión de todo esto y es que a la fecha que de hoy y con la edad que tengo creo que es muy probable que siga igual, igual que antes, igual que siempre.
muy cortito de mollera.
muy cortito de mollera.
Chiclana de la
frontera. Cortito de mollera
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