martes, 31 de julio de 2012

Recuerdo de una memoria (Una de Princesas y Principes)


Un amigo mío, mayor que yo estaba colaito colaito por una vecinita mía, muy próxima a mí, también mayor que yo y yo tenía bastante confianza con esta vecina, pero a mí no había llegado aun el flechazo del amor, ahora sí, las chicas me gustaban pero sin flechas, ni corazoncitos, ni cartitas de ninguna clase es por lo que era consciente de que por ese pequeño detalle tendría pocas posibilidades con ellas.
Este amigo mío me propuso un trato muy curioso, me dijo:
-Cuchame….. ¿Por qué no jugamos a los príncipes y a las princesas?
Este amigo mío era muy inteligente y con un sentido muy makiavelico de las cosas y a veces peligroso es por lo que le conteste rápidamente.
-¿Tu no serás maricón?
-¡Cuchame, joee! Porque no hablas con tu vecina y le dices que sabes donde hay un bosque encantado y que allí le vas a presentar a un príncipe.
-bosque tenemos pero... ¿y de donde sacamos un príncipe? ¡peazo de maharon!
-¡Cuchameeee joeee, piensaaa! El príncipe ese soy yo y estaré allí.
-A ver, a ver. Tú eres el príncipe. Esperas en el bosque, yo te traigo a la princesa, te la dejo pa ti, tu te quedas sólito con ella y luego yo me voy. ¡Tocate los cohone!

-Cuchameee que lo quiere hablar tu todo, !mira…! tu eres el rey y yo te obedezco, yo soy tu hijo y me entregas a la princesa, tan difícil no es. Igual que Fabiola. ¿Donde te vas a ver tu en tu vida como un rey, tontorrón?
-¿Y yo que gano, siendo un rey?
-Cuchameee. ¿Qué coño quieres? eres el rey lo único que tienes que hacer es traerme a la princesa y después quitarte de en medio. ¿Es mucho pedir?
-!Bueno! Ahora me va a escucha tu a mí. Tu tiene una hermana con la misma edad que yo. Pues yo te traigo a mi vecina y tú te traes a tu hermana. Y nos hacemos a la idea de que en este mundo hay más de un príncipe y una princesa.
-Cuchame bien tu a mi ahora, te voy a traer a mi hermana pero como te pases con ella te la vas a ver conmigo.
-Venga hombre ni que tu hermana fuera tonta, además estaremos junto a ustedes. Así que mañana por la tarde quedamos. No tenemos castillos pero somos príncipes, tenemos princesas y bosque para perdernos. !para que queremos más!
-Lo malo que venga el lobo feroz
-!Mi madre o la madre de la vecina! No... !por dios calla! porque si hablamos de los  padres ya no hablamos de lobos ya hablamos de dragones. mas vale ni pensarlo. Asi que recuerdas que hay que hacer todo con mucho disimulo, sin que lo noten.
Aquella tarde me fui a ver a mi vecina y le dije
- ¡Buenas tardes princesa!
-¡Oh! Que galante, ¿a que viene eso?
-Te iba a decir que no sé como una princesa como tú no está rodeada de príncipes.
-Quizás los príncipes que siempre me rodean están acarajotaos
-¿Que lo dices por mi?
-Nooo que va, tomara que ver que yo te tuviese como un príncipe
-¿Y por qué no?
-Porque eres dos años menor que yo, Eres todavía un niño.
-!Bueno! ¿Pues te interesa un príncipe que te espere en aquel bosque, y que tenga la misma edad tuya? No lo vas a creer pero allí en aquel bosque hay uno esperándote. Solo que tiene que acompañarme cuando venga mi princesa que va a venir si es que viene nos acercamos los tres. 
-!Mira por donde allí viene!
A unos 200 metros viene la hermana del príncipe embaucador con su hermano más pequeño de vigilante de seguridad y me dice ella:
-¿Tu qué es lo que quieres?
-Yo solo quiero !mi princesa! que crucemos  la carretera y vallamos a aquel bosque.
Aquella segunda princesa era un poquito tirando a mas rustica por lo que me dijo:
-¿Tu no serás tonto? Esto es cosa de mi hermano seguro. se lo voy a decir a mi madre. Estas ideas son de el, lo sabre yo que son de el.
Entonces salto la otra princesa que oía la conversación y dijo.
-¡Quieta ahí pará! No digas nada que allí dice que hay un príncipe también para mi.
-¡Vamos a ver quién es!
-¿Quien va a ser? Mi hermano. Yo no voy, a mi me da miedo. Dijo la segunda princesa. pero estoy segura que es mi hermano y se lo voy a decir a mi madre.
Poco a poco se asomaban niños y más niños ya había por lo menos más de quince y cada vez venían mas cuando yo cruce la carretera las dos princesas me siguieron y el vigilante de seguridad corrió hacia su casa para dar informe de la situación.
Toda la barriada de niños nos siguió a lo cual no me hacían caso cuando les ordenaba que se fuesen.
El príncipe se ocultaba tras la maleza y me gritaba
-¡tonto polla, carahote, bulto! largáaarse de aquí.  Échalos a todos. 
-No puedo, no me hacen caso. 
-Mira que te pedí discreción y me has montado una feria. Valiente rey mas imbécil. 
El escándalo era inminente.
En esto que cruzando la carretera venia su madre y me vio junto a la hija y a la vecina y los niños, me pregunto por su hijo y yo me encogí de hombros, el príncipe al ver el percá  por lo visto se transformo en un zorro porque la madre y una jauría de niños fueron tras el a darle caza y se adentraron al bosque, lo persiguieron hasta que lo acorralaron, lo sacaron del bosque y lo echaron campo a través, allí su madre le dio caza porque corría mas que el y le dio una tanga de babuchazos que yo me quite de en medio porque se me caía la cara de verguenza.
A saber lo que el vigilante de seguridad le dijo a su madre sobre lo que estaban haciendo su hermano y su hermana conmigo y con la vecina en los transparentes de la huerta rosario que ese era el bosque.
Ni que decir tiene que en esta historia nadie fue feliz, nadie comió perdices, las princesas fueron las únicas que se divirtieron que no paraban de reírse, al príncipe lo cogió el lobo feroz y bien que lo harto de babuchazos. Y Yo me esfume como una nube, yo el rey o el príncipe proscrito sabe Dios, escondido detrás del pretil de mi azotea con los palomos no sabía dónde meterme para que el mundo me tragase o me hiciera el favor de convertirme en un sapo para la eternidad. 
!Que vergüenza! Y lo peor de todo era tenermelas que ver después con el príncipe.

Chiclana de la Frontera-Princesas y Príncipes.

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