Situación: En un bazar
de Chiclana cuando un reloj medio buenesito valía más de dos mil pesetas se
cuela uno a comprar un reloj de oferta de 40 duros. El dependiente lo mira a
los ojos y le vende el reloj, cuando el cliente paga y se va a marchar le pregunta
al dependiente: ¿tiene este reloj alguna garantía? El dependiente le contesta:
Frase: ¡Si, hombre! ¿Cómo
no?, tiene 6 metros de garantía, que es la distancia que existe desde donde
estamos nosotros a la misma puerta de la calle.
Desenlace: el comprador
por 40 duros quería una garantía y el dependiente le dio a entender la
capacidad dimensional que podía tener una garantía de 40 duros, el cliente dijo
“entiendo, entiendo, gracias”