LA MOSCA

Estaba el tio tan tranquilo en su casa después de la 3 de la tarde. Era el rey de la casa ¡Que tio!, ese peazo de suerdo, peazo de trabajo que no hacia ni el guevo, peazo de chalet en ese peazo de finca con arbolitos y todos, ese peazo de piscina, peazo de 4x4 y bordandolo todo peazo de mujé que quitaba las pena der sentio !que estabilidad! con esa comida acabaita de mete en sus adentros. Unas papita con choco, unos pimentitos asaos con cebolla morena, un gaspachito fresquito, una tajá de sandia y unas poquita de brevas.
¡Ole! Y de beber. Agua, el chaval no quiere abusar porque esta a régimen.
Cualquiera le quita al nota de la cabeza de que no tenía que tumbarse debajo de la higuera en la tumbona y le ataca a su mujé por donde mas le duele y le dice: -¡Las papas con choco tan salió fatá. Me voy a tendé y que los niño no vallan a dar mucho por culo! Ella le dice -Si hijo, no corra mucho habe si te resbala y patina con la tierra del porche.
El tio tumbao mira ar cielo y ve esa capa de hojas que le cubre y ese vientesito de levante que lo amorriña como un conejo y se le va cerrando los parpados, suave y lentamente después de haber pegao tres o cuatro eruptos su mundo se queda en stan bay.
Cuando su mente se pierde en el infinito del firmamento, una mosca se le posa en to su jocico de forma violenta y brutal. El tio se da con la palma de la mano de tal manera que se hace la mosqueta del golpe, aunque solo fuese con la mirada y no con er culo seguidamente se cagó en los muerto de la mosca. La mosca se le tira ahora al labio inferior y le provoca una picazón de rascarse con las uñas y con toa sus ganas, la mosca se le posa cerca y lo desafía también con la mirada como diciéndole –¡Anda ven paca y levántate si tiene cohone!, pero el no quiere entrar en provocación y la mosca espera, cuando despierta lo hace de un sobresalto porque la mosca se poso en el boquete de una oreja y por reflejo se dio otro golpe gordo.
Esta vez dijo: Me cagon tus muerto, peazo de mosca puta, cabrona, aaaaaaah. Se levanta rápidamente y se mete el tronco de una rama pelá por el pescuezo y se hace un corte y empieza a sangrar. Se le va los nervio, pierde las cabras y tira pa el chalet, los goterones de sangre delataba su recorrió desde la higuera hacia er chalé y se mete en la cocina a parar la hemorragia, no encuentra  ni una servilleta de papel, ni una toalla, ni botiquín, ni mucho menos a su mujé  y se va para el cuarto de baño, se mezcla la sangre con el agua del lavabo, su mujer que acababa de fregar después de haberle puesto la comida de haber echo las papa con choco, los pimiento y el gazpacho, de haber pasado la fregona por la cocina, fregar el baño, tender la ropa y barrer la tierra del levante en el porche, estaba revoleada en el sofá viendo a Juan y Medio. El se va para el salón y ve a ella tendida en el sofá y le dice: Aaaaaaaaah no te da vergüenza floja, vaga eso es lo que va a ser en todo el día darme una toalla, una toallaaaaa, ¿pa esto te mantengo?. Ella corre hacia el baño y cuando ve la cocina, el baño y el porche acabaito de limpiar esa mujer da un berrido estilo oveja descarrilá que retumba en to el pago. Ella lo pone verbalmente vestido de limpio mientras el hace lo mismo con ella, el le revolea en toa la cara la toalla que le entrego y le mancha el bambito playero y toa la cara y los pelos de sangre, la pobre mujer se pone nerviosa y se resbala cae de rodillas y pone la palma de las manos en los goterones de sangre, mientras tanto un coche patrulla de la Guardia Civil está en la puerta de la cancela y ella corriendo a abrir y sin mediar palabras los dos agente corren hacia él y lo reducen, entre nervios gritos palabras mal sonante se podian oir:
!Que me deje!
!Suertame!
!Maricone!
!Calla cacho cabron!
!Dejarlo, dejarlo pobrecito!
!me cagun mis muertos!
!a callá!
La falta de entendimiento y desorientación hacia que allá fuera el tío de cabeza al cuartelillo, mientras ella se queda en el centro del carril pataleando y maldiciendo y el coche patrulla se aleja con su marido dentro.
Cuando llego la calma ella entra en el cuartelillo a la hora siguiente y le pregunta a los guardias ¿Dónde está mi marido? Y uno de los agentes le dice: se lo llevaron al hospital está muy mal muy mal. No estaba en sus cabales, se ha llevado una hora enterita insultando y maldiciendo a una mosca.