jueves, 15 de marzo de 2012

Cortito de mollera


Yo era antes muy cortito de mollera y es por eso que me dijo un día uno hace ya mucho tiempo, cuando yo era medio niño y medio chaval y el era ya perro viejo.
-Tengo que hablar contigo muy seriamente de hombre a hombre.
Yo le conteste muy chulito eso de: -cuando usted quiera. Me gusto eso que me dijo de hombre a hombre porque el simple hecho que me comparase con el ya lo tome como un alago.
Era un señor mas tiroteado que los patitos de la feria, bastante profesional en su materia y cubierto con una coraza bastante ruda de carácter y honestidad es por lo que yo le tenía bastante respeto y admiración.

Llego el día que coincidimos los dos en plena calle y me invito a que lo acompañase a tomar café un lunes por la mañana en el centro y cuando nos sentamos en la barra del bar me lo soltó en toda la cara así en modo clarito y directo que lo tome como un jarro frio en plena mañana.
-Mira titi… ¡Fulanito!
-Sí, ¿Qué pasa con fulanito?
-Fulanito es un tío que yo te veo que tú lo aprecias y que lo respeta mucho y tu eres muy joven, te lo tengo que decir aunque me cueste tu amistad. Fulanito es un pedazo de sinvergüenza y tú no te mereces tener como amigo a una persona como él y el no merece como amigo tener a una persona como tú. Así que te aconsejo que te andes con ojo y no ponga nunca tus intereses ni tu futuro en sus manos, nunca porque a la corta o a la larga lo lamentaras.
Yo respondí:
-¿Fulanito, Fulanito? ¿Pero tú tienes ideas de lo que me estás diciendo? ¿Cómo te atreves a hablarme mal de él y a sus espaldas?
-¡Cheeee! de a sus espaldas ni miguita, yo ya se lo he dicho en su cara y unas pocas de veces, así que te invito a que tu le digas que yo te lo he dicho. Dile que yo te he dicho que es un sinvergüenza y que yo te he advertido de que su amistad no le conviene a una persona como tú.
Pensé y medite lo que me dijo y nunca se lo dije, hice oídos sordos, lo pase por alto, no lo analice ni siquiera y ni busque significado a las consecuencias que había causado aquel consejo.
Al paso de los años me acorde y recordé bien aquello porque viví la traición, la ignorancia, el desprecio, la desconsideración, la falta de sensibilidad y el olvido por parte de fulanito y por culpa de ese socio, y gran amigo e inseparable maldito y asqueroso dinero. Circunstancialmente no tuve otra opción que poner en sus manos mi futuro y mis intereses.
Al paso de los años lamentablemente para mí este hombre del consejo murió y las casualidades de la vida hicieron que Don fulanito y yo coincidiéramos en su funeral y el tal Don fulanito me llego a decir:
-Que buen hombre era verdad y que gran persona.
-Sí que lo era, lástima de consejo mal aprovechado. Dije yo.
-¿Qué quieres decir?
-Que un día me dijo que tuviese cuidado contigo y yo no le hice caso, me dijo que tú eras un sinvergüenza y no me vas a creer pero créeme que en aquel entonces hasta me escandalice.
Y el fulanito con todo su poderío y con su inseparable socio, maldito y asqueroso en los bolsillos me dijo:
-Ojala le hubieses hecho caso. Si le hubieses hecho caso es muy posible que yo no estuviese ahora delante de ti humillado y tú haciéndome pasar vergüenza de mi mismo.
Agachó la cabeza y se alejo de mí lentamente para cambiar de contertulio, un contertulio socialmente más favorable para su persona y para su estatus o como se diga eso, un contertulio que no estuviese tan bien aconsejado como yo.
Eso me dijo, el hijo puta de fulanito. Y pasé lo menos dos semanas y unas pocas de noches intentando comprender el significado de esas palabras que utilizo como justificación y como respuesta a su vergonzoso proceder conmigo.
Es por todo ello por lo que llegue a sacar una sola conclusión de todo esto y es que a la fecha que de hoy y con la edad que tengo creo que es muy probable que siga igual, igual que antes, igual que siempre.
muy cortito de mollera.
Chiclana de la frontera. Cortito de mollera

 

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