lunes, 16 de abril de 2012

Veneno del bueno. Veneno del malo.


Eres de lo mejor que existe, eres una persona asombrosa de cómo destacas, de cómo te desenvuelves, eres personaje colosal, magnífico. Tu compañía resulta agradable en cualquier sitio y a cualquier hora, tienes carisma, simpatía poder e influencia, sobre todo eso, influencia.
¡Que de contactos tienes! Dicen que tienes amistades hasta en el infierno, a nadie le gustaría tener tu enemistad o tu antipatía porque tú jamás te viste con la necesidad de tener suerte en toda tu gran y gozosa vida ¿para qué? Si te veo y veo a la suerte personificada ¿Cómo le vas a pedir suerte a la suerte?  Sería más o menos como darle las buenas noches a la noche.

Lo que más me sorprende de ti es que todo lo que tienes lo tienes y ya está, sin sacrificio sin esfuerzo sin nada, tan solo tienes que tocar algo para que salga todo bien para ti, no enterarte de nada y no tener ni puta idea de nada nunca te perjudicó, no saber hacer nada de nada jamás fue para ti una frustración, ni siquiera el no saber nunca ni freírte un huevo. ¿Para qué? Ya lo hacen por ti y para ti. Y además muy gustosamente. Tienes todo un físico, una cara una estampa clamorosa y todo el mundo se rinde a tus pies. Los de tu mismo sexo  aparentemente te aprecian y los de tu sexo contrario te aclaman.
Eres un gran punto de referencia en mi vida. Me haces sentir grande, fuerte y seguro tan solo por el hecho de que no te envidio, al contrario te admiro por lo que eres y no por lo que tienes. Quizás sea por eso que me sienta seguro porque no entiendo el sentido de la envidia y desconozco el cómo practicarla contigo. No entiendo esa absurda lógica de que por fuerza tienen que odiarte o envidiarte, no llegare a entenderlo, aunque si asumo y asumiré que todo en este mundo se paga excepto la gracia de Dios y como la gracia de Dios es sagrada y divina es por lo que reconozco mi admiración y respeto hacia ti. Además ¿Para qué voy a cuestionarle a Dios el modo de construir naturaleza.
Es por lo que aparte no me lo explico y no sé si tú mismo me lo puedes explicar:
¿Porque te distancias de mí, porque me evitas, porque mi presencia se te hace incomoda, porque siento tu mirada clavada en mí? Porque sin mí, eres tu viva persona y conmigo eres otra, porque intentas conmigo hacerte el malo?
Empiezo a sospechar, creo que me admiras, me envidia, eso es lo único que te sobra.
Tus razones tendrás, pero tengo que decirte que en eso de hacerte el malo siempre fuiste bastante bueno, claro, es evidente no poder con seguridad saber que veneno fue siempre es el más eficaz.
¿El bueno o el Malo?
Chiclana de la Frontera. Veneno del bueno, Veneno del malo

No hay comentarios:

Publicar un comentario