El Malentendido

¿A quién no le ha ocurrido nunca ni se ha visto en la situación de que en el Mercadona una guapa señorita empleada le haya ofrecido a usted un conejo fresco y sabroso y usted ha saltao por la vía tarifa y le ha contestado bajo la mirada de su señora?

Muchas gracias por su oferta señorita pero lo siento estoy casado.

Pues CRÉANME EXISTEN SITUACIONES PEORES,

Hospital de Puerto Real, año 98, octubre a las 12 y pico de la mañana.

Dos chavales uno de Bárbate y otro de Chiclana el de Chiclana era yo y los dos estábamos en la mismas circunstancias ante el paritorio, yo templado, calmado, sin nervios, ¡Por los cojones! Eso era lo que yo me creía.

Necesitaba hablar con él y por lo visto el también necesitaba hablar conmigo al menos para relajarnos un poco,  pero los nervios nos traicionaba a los dos por eso yo aguantaba y aguantaba su compañía si querer ser el primero en hablar. Y entonces él lo hizo primero con su peculiar acento de Bárbate, pronunciación rapidita y entremezclada con los nervios, que llego a sonar algo así:

-¿Tu ere cazaó?

Quien iba a pensar en aquellas circunstancias que me iban a preguntar si era aficionado a la  cacería es por lo que le entendí que su pregunta iba relacionada a mi estado civil por eso de momento entendí que si yo estaba casado. A lo cual respondí:

-Sí, desde el mes de Julio del año pasao.

El me miro en seco y dijo:

¿Qué pasa, ajin de gorpe, je te metió er gusanillo?

¿Qué está hablando de Gusanillo ni polla?

-Oye ar favo de hablarme bien que yo te estoy hablando bien

-Tú me has dicho que si yo he metió el gusanillo pues igual que tú ¡No te joe! ¿O es que tu lo lo has metió? ¿o qué coño hacemos aquí los dos?

-No, yo fui siempre deje chiquitito pero tú me has dicho que lleva deje el mes de julio, más de un año

-Pues claro

-¿Entonces tuviste que sacar papeles?

-Pues claro y también hice unos cursillos

-Ja ja… te va a quedar conmigo unos cursillos pues yo en Bárbate no he tenio nunca que hacer nada de eso

-Si hombre ustedes en Bárbate vais a ser especiales. Vamos hombre Pues yo lo tuve que hacer con mi mujer que me acompaño a todas las clases por lo menos un mes. Y que yo sepa los cursillos tenemos que hacerlos to Dios y en toda España, ¿o me va a decir tu a mí que en Bárbate es el único sitio en España que no se hace cursillo? ¡Venga ya!

-¿Cómo dices, con tu mujer, que te llevaste a tu mujer para hacer los cursillos?

-¿Como que me la lleve? Que me obligaron a llevarla, que no es lo mismo.

-Vamos hombre que a mí me van a obligar a cargar con mi mujer ni en Bárbate ni en toa Europa pa que te entere.

-Pues quiera tu o no yo fui con mi mujer y los dos tuvimos que firmar

-Que sí, que sí, que mi mujé va a decidir si yo voy a ser cazaó o no, venga ya.

-No espera, va a ser mi hermana, por mucho que tu quiera como ella diga no ¿haber que hace tu? Te vas a tener que buscar a otra. ¡macho!

-Mira ya me está jartando ar favo de no dirigirme más la palabra porque me está poniendo peor de lo que estoy, yo solo te he preguntao si eres cazaó porque resulta que creo que te he visto alguna vez en alguna cacería.

-Yo a cacería si he ido, pero pocas veces es que mi padre es muy aficionado.

-por eso te digo que pa un conejo que vaya a matar no creo que en Chiclana te obliguen a llevar a tu mujer.

-Mira picha ya me está jartando tu a mi también, yo pa coje un conejo no me hace farta ni de ir de caceria, muchacho.

Entonces me dice él:

-Creo que estamos mareando no er conejo sino la perdiz. Asi que voy a empezar de nuevo.

-¿Tu eres cazao?

-¿otras vez? Desde el mes de Julio del año pasao ¡Vale!

-No, No. Casáo no, casáo no, Cazaó, Cazaó.

-Ya, ya, ya. Pues, no

-¿No eres Cazáo?

-¡No!

-Ya, ya….. Vale, vale.

……………… media hora de silencio, tres cuartos de horas de suspiros, un cuarto de hora de bufidos y por fin.

Al final mi mujer la que me acompaño en los cursillos tuvo una niña preciosa y su mujer la que no lo acompañaba en las cacerías tubo un niño lindo y cuando ya estaba todo bien, el trato de disculparse por su conducta y yo le decía que era yo el tenía que pedirle a él la disculpa por el mal entendido fuimos amigos por unos días y nos despedimos los dos deseándonos toda la suerte del mundo de por vida.