viernes, 27 de enero de 2012

El encantador y su perro


Iba peinadito con mi pelo negro brillante, un jersey negro con hilos blancos salteados que era una pasada y mi pantaloncito negro también, de pinzas combinando con unos calcetines blancos brillantes y unos zapatos tan brillante como los calcetines pero todo lo contrario porque eran negros. Los bolsillos profundos y relajantes a la hora de meterse las manos y colocarte bien puestos los atributos en modo disimulado porque algunas veces  a consecuencia de esos modernos calzoncillos los atributos viriles adoptan posturas incomodas y se colocan como a ellos le da la real gana. A aquellos calzoncillos empezaron por aquella época a llamarles slip y eran negros de licra y no acababa de acostumbrarme porque yo siempre fui de calzoncillos blancos tipo gayumbos.

jueves, 12 de enero de 2012

El gancho es nuestro amo



Me vengo a referir al recuerdo de una película de cuando mi niño era niño que se llamaba Toy story y que había una maquina de esas que tienen gancho y que atrapa con el gancho algún que otro premio, resulta graciosa la escena del astronauta cuando trata de impedir que el gancho coja a uno de esos muñequitos verdes, todos iguales ellos y esperando a ser enganchados y ellos miran el gancho y dicen “el gancho es nuestro amo” el astronauta que no es de allí muy graciosamente exclama “malditos fanáticos”