jueves, 6 de octubre de 2011

EL PERRO VERDE 3/3

-¡Mama! En mi cama hay un perro
No le podía decir toda la verdad ya que si le digo que aparte de que era un perro también era de color verde delataría mi estado y entonces no me podía imaginar que hubiese sucedido.
-¡Mama! En mi cama hay un perro
-Mi madre. ¿Que dice chiquillo? No diga más infundios.
-Mi padre ¡Callarse, Coñooo!
-Mi madre ¡Si es que me está diciendo este niño que hay un perro en su cama, este niño es tonto o es que viene chispao!
-Mi padre. Po que se acueste a dormir
-¡Si hombre! con el perro. Dije yo



Me voy otra vez arriba hacia mi cuarto concienciado de que esta vez no vería el perro, me acercaba lentamente y lentamente hasta que allí estaba el hijo puta perro y color verde, joder es verde, y me mira fijamente, no puede ser, lo tocare lo pellizcare, es una visión es una alucinación estoy seguro, me cago en los muerto del perro. Me fui pa el y me lo eche a la cara y le dije:
-¿Qué haces aquí?
-El perro me respondió muy noblemente ¡iiing, innng! Menos mal que no me contesto “a ti qué carajo te importa” porque me hubiese caído de espalda. Le toque y era de carne, lo mire fijamente y su color verde no cambiaba.
Por tercera vez no tuve más remedio que dirigirme otra vez hacia el salón y esta vez sí que sería la definitiva. Bronson había ganado el duelo y Fonda moribundo tocaba la armónica mientras yo interrumpía y decía en voz alta:
-¡En mi cama hay un perro, hay un perro en mi cama!
Mi padre dijo:
-¿Sera posible? los niños estos, la poca vergüenza que están echando que no tienen respeto por na, que le voy a dar una Goofeta que lo voy a espabilar de una vez, que no puede ver uno nunca una cosa a gusto y tranquilo.
Mi madre decía: -Es que esta chispao esta chispao o a fumao o esta emporrao, dice que ve un perro en su cama.
A mí me invadía la rabia y gritaba:
-¡Que veo no, que veo no. Que hay un perro en mi cama, un perro!
Mi padre –¡Me cago en la mare que lo pario, Callaaaaaaa!
En esto que me pongo en la escalera a gritar ¡Vireeeeeee, vireeeeee! Mientras pensaba “Lo del perro es lo de menos pero el color verde me está poniendo temblón. La familia ya se olvido del duelo a pistola y salieron todos al patio mis padres y mis hermanas. Mi padre ya se venía para mí por un lao y el perro bajaba todo asustado por otro como una bala por la escalera y yo que lo veía venir decía ¡Cuidaoooo allá vaaaaa! Claro mi padre se lo vio venir y por poco lo tira y después se fue hacia mi madre desesperado buscando la puerta de la calle para salir Y mi madre grito despavorida diciendo –Un perro, un perro ¡AAAAHH! mientras este salía disparado y mi cara de alegría con mi cuerpo cortado gritaba también ¡es blanco es blanco y no es verde no es verde es blanco a cambiado de color es verdad es blanco lo habéis visto es blanco”
Mi padre me pregunto que donde estaba el perro y yo le mostré donde estaba mientras que el encendió la luz del cuarto y lo vio todo verde y me dijo que ya mismo cambiara la lámpara a lo cual le conteste que se había fundió y por eso puse una de color verde y provisional.
-¡Pero mama! ¿Cómo ha podido entrar un perro de la calle y sentarse en mi cama? le dije y ella me contesto:
-¡Que dolo de mi hijo, pobrecito! que yo me creía que se había vuelto tonto, ¡ay! y pensar que ya me estaba imaginando que estaba borracho perdió y tooo emporrao.

No hay comentarios:

Publicar un comentario