domingo, 30 de octubre de 2011

El tipo largo calvo y el otro con dos pelos


Que, nombre a estos dos personajes como primera mención al recuerdo de personajes de los tebeos no quiere decir que sean mis preferidos o que para mi sean los mejores pero sí que es mención especial y de obligado nombramiento a la hora de hablar de distracción y entretenimiento de un niño que nunca crece ni nunca creció. Asi que pasare mediante estas combinación de palabras y considerando que los personajes en realidad no son lo que son sino lo que significa en mi vida, intentare recordar en modo de tributo a la obra de su autor Francisco Ibáñez con esa pareja que lo identificara para siempre, esa pareja perfectamente definida por la frase de “un tipo largo, calvo y del otro con dos pelos”.
Ahora en la madurez que los pensamientos son más asentados como el asiento de la manteca, donde las ideas son exquisitas esencias concentradas de análisis. Ahora cuando uno echa de menos unas horas de lectura libre es cuando le viene uno a la mente esa explicación de por qué una pareja de personajes ficticia y tan surrealista crearon y me imagino seguirán creando esa simpatía.
Analizando al personaje de Filemón como el primero de los dos aunque sea el segundo en el nombramiento de la pareja, es el tipo que tiene por supuesto el sentido de responsabilidad y deber y que es tratado por su compañero como jefe con toda la la irónica intensión de dejarle el muerto para todo y sin mandar a nadie nada más que a su pareja se diría que de los dos personajes es el más humano, el que expresa aunque sea rara vez sus debilidades, en algunas historias incluso miró con apetencia sexual a alguna que otra mujer guapa, aquel tipo que nunca tuvo ningún tipo de entretenimiento ni de preferencia porque no era aficionado a nada que no fuese la dedicación a su trabajo. Pelota por antonomasia y duro donde los allá este individuo es la atracción fatal del peligro, es el coraje envuelto en paciencia y la paciencia en coraje tremenda e infinitamente diferente a su pareja que parece un tipo indescriptible, indefinible e irreverente. Siempre vestido de negro con ese traje y esa camisa que no se sabe si es problema de talla o deficiencia física de cuello. Aficionado y experto a la vez  al disfraz y al cambiazo, cobarde donde los haya con bastantes dosis de atrevimiento e impertinencia, no las cuaja ni las piensa a la hora de decir algo o de hacer alguna comparación dañina, este Mortadelo no tiene nada que ver con nada conocido de este mundo es algo que se sale de lo común, ni hombre ni dios ni arquetipo ni patrón, no es modelo de nada ni retrata ninguna sociedad ni ninguna época y no es comparable con nada de este mundo ni de ningún otro.
Cosa única con un fuerte poder de atracción desconocida que lo tenemos grabado a fuego en nuestras mentes en escenas magníficamente expresiva y que exageradamente intenta hacernos conocer con la máxima realidad posible la consecuencia inexacta de una consecuencia exacta o viceversa.
Porque siempre están por todos lados, no existe una vez que los vea y los salude a los dos. Los hijo putas parecen que no envejecen y están siempre en la misma forma, la misma actitud, cuando los miro sonrió interiormente y los siento como personas que me acompañan en mi vida y que siempre me digo “haber si el tiempo me regala más tiempo para visitarlos y me hagan recordar su bello mundo surrealista e irracional que aunque sea por momentos me hagan olvidar el mío.    

El tipo largo calvo con gafas y el otro con dos pelos. Chiclana de la frontera   

No hay comentarios:

Publicar un comentario