domingo, 23 de octubre de 2011

RECUERDO DE UNA MEMORIA El Chiringui


El Chiringui
La carretera de medina tenía su encanto especial, conocida por nosotros como la Cañábata que por cierto nunca supe el porqué, a sus bordes rebosaba la vida a ambos lados como si la carretera se tratase de un rio. Asentamientos estratégicos de supervivencia de la posguerra que sobrevivieron la mayoría del grandísimo y bello arte de la localización de tagarninas silvestres, caracoles, higo chumbos, espárragos y todo lo que esa campiña hasta Medina les pudo ayudar a subsistir a más de uno de ellos.
Algunas tardes porque no eran todas, siempre sin esperártelo aparecía una figura desde allí con un perfil genuino y original que nos llamaba bastante la atención.

Un tipo bajito con cara redonda con un celta sin emboquillar en los labios, casi siempre colorao como un tomate, medio zambo, con una boina y pasos lentos, muy poco hablador y con una mirada medio desconfiada y penetrante hacia los niños que se le acercaban golosos a mirar lo que traía en aquel canasto. Ya acercándose por allá arriba nos quedábamos parados y mirándolo a lo lejos cuando comenzaba su pregón, aquel vocablo musical que lo identificaba como cosa única en el mundo.
“CHIRINNNNNGUUUUUUIIIIII”
Al oír el pregón comenzábamos a correr todos para nuestras casa en busca de nuestras madres para sacarle una peseta que era lo que valía lo que vendía y mi madre decía “Como siempre a mi estas cosas me cuestan el doble” Ella lo decía porque le tenía que dar una peseta a mí y otra a mi hermano.
Nos acercábamos a él con la peseta en la mano y el nos daba el cangrejo porque eso era lo que vendía cangrejos bien cocidos que nos sabían a gloria y cuando nos despachaba a todos allí nos quedábamos todos desmenuzando cada cangrejo y devorándolos lentamente mientras el no perdía su ritmo, su pataje, su estilo peculiar y forma de denominar su marca, su producto, su género, su sello. Pregonando:
“CHIRINNNNNGUUUUUUIIIIII”
No llegue a conocerlo personalmente a este personaje tan emblemático y tan enigmático que desapareció sutilmente de nuestras vidas sin apenas darnos cuenta, supe por comentarios al cabo de los años que era uno de los pocos superviviente de Chiclana en la división azul y hasta allí llego todo el conocimiento exalto o inexacto que pude saber de él.
Desde estas pocas de letras para quien lo recuerde y lo comparta conmigo en mi memoria tengan mi intención de llegar este pequeño homenaje de recuerdo dedicado a su persona y a sus exquisitos cangrejos.

El chiringui. Chiclana de la Frontera.
  

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